La apropiación cultural se define como la apropiación indebida de culturas que han sido sometidas o están oprimidas social, política, económica o militarmente por una cultura dominante.
Este término es
bien conocido por Rosalía, artista y cantante española. La discusión no es nueva en absoluto, y tampoco es
la primera vez que Rosalía se enfrenta a una polémica parecida. Para entender
esta polémica hay que entender, primero, el factor geográfico: a pesar de
interpretar la mayor parte de su repertorio con acentos típicos del habla
andaluza, Rosalía es barcelonesa. No ha nacido o vivido en Andalucía y tampoco
emplea las particularidades fonéticas del andaluz en su día a día, como se
aprecia en las entrevistas.
Este término también es conocido en la industria del K-Pop, en la que se apropian de elementos musicales de la cultura negra, como puede venir siendo el rap, trap… o incluso elementos estéticos como las trenzas o las rastas, este último caso es apreciable en la canción The War del grupo EXO en el que Kim Jong-in, también conocido como Kai, lleva rastas. El cantante fue duramente criticado por fans de raza negra que lo acusaban de apropiación cultural.
Personalmente,
comprendo la reivindicación de la cultura que ha sido discriminada o ha nacido
a partir de la discriminación, por ejemplo: el hip-hop surgió en los años
setenta en el Bronx, los jóvenes lo utilizaban como un medio de expresión para rebelarse
en contra de las desigualdades y penurias que se vivían en las áreas urbanas de
escasos recursos de Nueva York. Sin embargo si nadie nunca se hubiese apropiado
culturalmente de un género musical jamás hubiese existido
Eminem, o incluso el mismísimo Elvis Presley.
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